Al estallar la guerra civil en Granada el Profesor
Plácido Vargas actuaba como maestro de Gramática y Trabajos Manuales en la
recién inaugurada Escuela Elemental de Trabajo de Granada.
El había sido nombrado para ese puesto luego de ser
aprobado en un concurso anunciado por la Inspección General de Enseñanza
Profesional y Técnica en la Gaceta de Madrid de 5 de junio de 1933. De su
tribunal han participado D. Virgilio Castilla Carmona, presidente del
Patronato, D. Daniel Ferbal, Profesor de Francés del Instituto y Vocal del
Patronato; D. José Álvarez de Cienfuegos, Catedrático de la Universidad y que
había sido nombrado Director de la Escuela en marzo de ese año; don Braulio
Tamayo, Catedrático del Instituto, y D. Enrique Alonso Redondo, Interventor de
Hacienda y Vocal de Patronato.
La Gaceta de Madrid de 11 de julio de 1934 publica los nombramientos resultantes de ese concurso.
Con Plácido Vargas son aprobados: para Matemáticas, a D. Fernando
Pelsmaeker Iváñez; para Dibujo industrial, a D. Mariano Calleja Rafal; para
Dibujo de aplicación a Artes industriales, a D. Hermenegildo Lanz González;
para Geografía, Historia, Economía y Legislación industrial, a D. José Arenas
Arévalo, todos con sueldo de 2.000 pesetas anuales. Son también nombrados: para
Auxiliar de Matemáticas, Física, Química e Higiene, a D. Antonio Ocaña
Fábregas[; para Auxiliar de Dibujo, a D. Miguel Ruiz Molina; para Maestros del
taller de Carpintería, Ebanistería y Talla, a D. Antonio Torres; taller de
Construcción, a D. Valentín Pascual García; taller de Mecánica, a D. Vicente
García Segura, y del taller de Industrias de la mujer, a doña Francisca Vera
Casares.
Las dificultades de la época han impedido el
funcionamiento inmediato de la escuela y, por eso, algunos meses después, esos
nombramientos tuvieron que ser suspendidos “hasta tanto que el Patronato cuente
con local apropiado y la instalación necesaria de los talleres para el
desarrollo eficiente de las enseñanzas prácticas del mencionado Centro.” [1]
La Escuela está otra vez en marcha con el
nombramiento de D. José Arenas Arévalo para su Secretario.[2]
Pero solamente por orden del 5 de noviembre se aprueba el contrato de arrendamiento
de la “casa número 9 de la calle del Padre Suárez”, por 9.500 pesetas anuales,
propuesto por el Patronato local de Formación profesional para allí instalar la
Escuela.[3]
El inmueble es propiedad de D. Enrique Moreno Agrela.[4]
En la misma oportunidad se levanta la suspensión sobre el nombramiento de personal, quedando
autorizada la inauguración de la misma “tan pronto se halle instalada en el
local objeto de este expediente.”
Asimismo, solo en marzo del año siguiente, miembros
del Patronato y el presidente de la Diputación, D. Virgilio Castilla ,
consiguen establecer que la inauguración de la Escuela se realice de allí a
algunos días.[5]
La Escuela se ha inaugurado a las cinco de la tarde
del 1 de abril de 1936 con numerosa asistencia. Son oradores del evento los
señores Castilla, Cienfuegos y D. Martin Ocete, Rector de la Universidad de
Granada.[6]
En junio, poco antes de estallar la guerra civil, aún
se publica el nombramiento, con carácter interino, de D. Rafael Haro Montalbán,
para ayudante meritorio del Taller de Mecánica y de D. Francisco Alonso Domínguez,
para ayudante meritorio del Taller de Carpintería, Ebanistería y Talla.[7]
La guerra ha interrumpido la labor de ese primero
grupo de profesores de la Escuela Elemental de Trabajo de Granada. Plácido Vargas ha sido
preso, separado de empleo y sueldo y en el 23 de octubre de 36 fusilado en la
tapia del cementerio de Granada.
Hermenegildo Lanz ha escapado de la muerte por instancias de su amigo
Manuel De Falla.[8]
Fernando Pelsamaeker se ha exilado en México.[9]
D. Antonio Ocaña se incorporó al ejército nacional.[10] D. José Álvarez Cienfuegos, Director de la
Escuela y Catedrático de Derecho de la Universidad de Granada, fue depurado y
suspenso de empleo y sueldo por un año.[11]
Hoy día la institución en que se transformó la
Escuela Elemental de Trabajo de Granada lleva el nombre de “Instituto de
Educación Secundaria Politécnico Hermenegildo Lanz.”
[1] Gaceta de Madrid, 24/11/1934.
p.1539.
[2] Gaceta de Madrid, 17/05/1935,
p.1414)
[3] Gaceta de Madrid, 07/11/1935,
p.1072)
[4] La calle Padre Suarez era
la antigua Pavaneras, que años después retomaría su denominación original.
[5] Según noticia el Defensor
de Granada en la edición de 19/03/1936, p.4. Versión digital disponible en http://www.bibliotecavirtualdeandalucia.es/.
[6] “La Publicidad”
(Granada), edición de 02/04/1936, p2. Idem.
[8] Véase el
artículo de Elsa Fernández-Santos en El País de 30/05/2012, disponible en http://cultura.elpais.com/cultura/2012/05/30/actualidad/1338406642_413583.html.
[9] Mencionado por Manuel Martín
Rodríguez en “Economistas Académicos del Exilio Republicano Español de 1939”,
p.71, disponible en http://www.editorialtleo.com/descargas/Economistas_republicanos.pdf.
[10] En 1964 era el jefe de los
Servicios de Farmacia de la 7ª Región Militar.
[11]
BOE, 30/09/1937, p.3603.
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